martes, 25 de enero de 2011

Venida a menos....

... espero  el bús para ir a tabajar, y veo  en el jardincillo de enfrente como se mueven los arbustos. Un  personaje  anónimo envuelto en varias capas de ropa, se está preparando para echarse a dormir. Son las ocho de la mañana , se afana sín mucho éxito en fabricarse un pequeño cobertizo con restos de cartones. Después de unos minutos consígue darle forma a su "refugio" ayudándose con un carro de esos que hay en las grandes superficies, y que hace las veces de almacen de carga y baúl de viaje. En repetidas ocasiones, veo como se frota las manos que lleva cubiertas por unos guantes raídos, y cortados a la altura de los nudillos.Saca unas mantas de una bolsa de esas que se utilizan para tirar la basura y las tira en el interior de su improvisado refugio. De repente se gira , levanta la cabeza y se queda mirándome. Cruza la calle que hay entre el jardín y la parada  y en un momento tengo ante mí a el personaje anónimo....
P     -¡¡Hola!! , no tendrás un cigarro....,
Yo   -Pués no , no fumo...
Quedo sorprendido, lo que a primera vista me había parecido un hombre bajo tanta ropa, resultó ser una mujer. Su acento era extranjero. El pelo que le asomaba bajo el gorro hacía ver que era rubia, y tenía unos grandes ojos verdes. Era alta , y a pesar de su descuidado aspecto, resultaba atractiva. No hacía más que pivotar sobre sí mismo posiblemente del frío que hacía.
P     -Perdona sí te he molestado...
Me dijo frotándose las manos...
Yo   -Para nada me has molestado...
P     -¿me puedes pagar un café? no tomo nada caliente desde anoche y hace mucho frío...
Yo  -Pués claro...., toma llevo algo suelto por aquí...
P     -!!Gracias!!,!Muchas gracias¡¡,no me gusta pedir, pero a veces no me queda más remedio.
Yo  -¿Llevas mucho en la calle?
P     -Desde los 25 años..., 5 años ya. Trabajaba como asesora en una gran firma alemana, y alli conocí a un hombre....,un alto ejecutivo que se encaprichó de mí .....,
Después de un corto silencio,... siguió contándome.Restregaba sus verdes ojos, que se humedecieron , en los que parecía que brotaban las primeras lágrimas, y continuó contándome...
P     -...como no le correspondí, me hizo la vida imposible, y no paró hasta que me echaron, y me juró que no volvería a encontrar trabajo en toda Alemania,...y lo consiguió. Tenía mucho poder y amigos influyentes.
Más calmada , me dijo que había emigrado a España, por que pensaba qu le iría mejor, pero que la habían ido engañando los hombres que pasaban por su vida , dejándole con lo que tenía puesto.
P     -Me llamo Astrid....
Me alargó la mano y yo se la estrché.
Yo  -Te deseo suerte Astrid......., viene mí autobús.Hasta la vísta...

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