lunes, 24 de octubre de 2011

Otoño

Contemplo embobado como las hojas de los árboles caen al suelo arrancadas por ráfagas  de viento. Es bonito ver sus colores con el reflejo del sol, hacen que luzcan tonos ocres,  verdes , rojos…,no hay uniformidad.
A pesar de que el día amaneció algo nublado, los madrugadores rayos de sol , permiten ver un bello espectro cromático y relajante.
A ratos el aire para, y el silencio se hace dueño del bosque , hasta que de nuevo …otra  ráfaga de viento hace viajar las hojas arrastrándolas en alegres remolinos de colores que me recuerdan momentos de mí infancia.
El suelo seco y árido de hace unos días, se ha tornado en una alfombra colorida , que hace del paseo una experiencia relajante y  paso a paso , me premia con un masaje mullido y confortable, invitándome a descalzarme para evitar dañar esa frágil textura que piso.
Los árboles convertidos en grandes  sonajeros  , al ser batidas las hojas que abrigan sus ramas, rompen esporádicamente el silencio que invade el bosque, ese silencio que aunque genera paz en mí interior, en exceso crea miedo e incertidumbre en mí espíritu, al parecer que el entorno está muerto.
Esos gigantes apostados a ambos lados de mí paseo, recuerdan que no estoy solo ,y que están vivos al generar  en compañía del viento una danza con sus ramas y transformando en lluvia de colores las hojas donadas al duro suelo, a la par de una sinfonía sonora deleita mís dormidos oídos.
…¡¡Ha llegado el Otoño!!..

No hay comentarios:

Publicar un comentario