martes, 26 de noviembre de 2013

Sola

Te miro y estás sentada sobre la cama de tú dormitorio. Semidesnuda, cubres tú cuerpo tan solo con una camisa blanca,  cuyos botones solo se cierran en parte, dejando entrever tímidamente parte de la fina piel de tú espalda.
Te rodeas fuertemente el cuerpo con tú propios brazos, como sí echaras de menos que alguien te abrazara.
Frente a ti ,tan solo una pared vacía, vacía como un sueño que no ha empezado.
Sola, pareces esperar que alguien te de cariño, solo eso …y con tú cabeza ligeramente inclinada hacia la pared, muestras tú humildad, una humildad rica en valores. No pretendes destacar sobre nadie y escuchas pacientemente el silencio de tú dormitorio, que es un reflejo de tú vacío corazón falto de amor. Escuchando ese silencio, esperas el susurro  que empiece el sueño, el sueño en el que alguien te hable al oído y te hable de amor, supliendo esa camisa blanca que hasta ahora te arropa, y que otros brazos rodeen tú cuerpo, para que puedas sentir calor, ese calor que desprenden los amantes puros y que hasta ahora no habías podido sentir en esas largas noches de soledad.
Un día al mirarte ,ya no me darás la espalda, y podré ver en tús ojos ese sueño que tanto tiempo has esperado, un sueño que abra la puerta de todos los sentidos, y que te permita dar la espalda a esa pared vacía…, ya no estarás sola amor.



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